CONOCE LOS MISTERIOS MÁS ATERRADORES DEL CALLEJÓN DEL AGUACATE

 Un lugar repleto de historias de aparecidos que seguro te darán escalofrío...😱

Todo comenzó aquella tarde lluviosa, viajaba en el metrobús con dirección a Indios Verdes, la plática de unos chicos sobre historias de terror llamó mi atención, sobre todo cuando uno de ellos dijo haber vivido sucesos extraños en el Callejón del Aguacate, un lugar situado en algún punto del barrio de Coyoacán.

Me intrigó tanto el lugar que no dudé en buscar su ubicación. Al día siguiente, ya con la dirección en mano -Aguacate S/N, Col. Santa Catarina, Ciudad de México, Del. Coyoacán-, me aventuré a buscarlo.  Recorrí un buen tramo de la calle Francisco Sosa hasta llegar a la casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, continué hasta la esquina y di vuelta a la derecha, en la parte de atrás es donde se localiza. 

Suena fácil de encontrar pero no es así, pues está escondido entre laberínticas callecitas que me perdí un par de veces. Mi salvación fue un señor que por suerte pasaba por ahí, lo acompañaban dos niños, desde luego no tardé en preguntarle sobre el misterioso lugar. 

De inmediato me señaló el callejón, ¡¡no podía creerlo, ya había pasado por ahí, quería arrancarme los pelos!!, en fin, justo después de dar un par de pasos, me dijo todo misterioso: ¡¡ten cuidado, porque se aparece la Llorona!!. Lo gracioso fue cuando los pequeños le preguntaron en tono muy serio que si realmente espantaban  –los niños son tan inocentes…pensé entre mi-.

Las historias de horror son mi fascinación, y aunque no creo en aparecidos o cosas paranormales, iba con el miedo a cuestas, ya saben cómo es la mente de traicionera cuando te sugestionas, crees ver espíritus, escuchar gritos, lamentos o cosas por el estilo.

Como sea, continué mi trayecto, entré a la estrecha y empedrada calle, el corazón me latía poco más de lo normal, caminaba lentamente, no pasaba ni una persona, el recorrido parecía interminable, las manos comenzaban a sudarme, de pronto...di con el famoso Altar a la Virgen, que según los vecinos la han visto derramar lágrimas de sangre a la media noche  ¿aterrador, no?

Me detuve a tomarle algunas fotos, sin embargo, al momento de hacerme hacia atrás para tener un mejor ángulo para la toma, me recargué sin querer en la fachada de una vieja casa, en ese instante me despegué como de rayo, sentí un calosfrío recorrer mi cuerpo, cuando volteé, había una ventana, a pesar de que el vidrio estaba algo sucio, la cortina dejaba entrever el interior de una habitación, parecía abandonada, no quise observar más y me alejé de ahí. 

Imaginé entonces que aquella casa quizás fue en la que vivió la familia que practicaba rituales espiritistas con la ouija y, que según la leyenda, en una de sus sesiones predijo que uno de ellos los traicionaría. Tal vaticinio sugestionó al padre que perdió la razón, pues en su paranoia le quitó la vida a su esposa e hijos para después enterrar los cuerpos en el jardín y así evitar que se cumpliera la profecía.

Al paso de los días, los vecinos sospechaban que algo raro había pasado ahí y decidieron dar parte a la policía. Cuando llegaron, comenzaron a indagar, entonces  descubrieron la atrocidad cometida, además de hallar el cuerpo decapitado del señor, -por cierto, jamás encontraron la cabeza-, pero se cuenta que se le llega a aparecer a quien ronda su casa.

La atmósfera me parecía cada vez más tensa e inquietante, sobre todo cuando advertí la presencia del árbol de aguacate que sobresalía detrás del Altar a la Virgen. Según se relata que en la  década de los 30's, un militar de muy mal carácter, que habitaba una de las casitas de por ahí, solía ser interceptado por un niño cada vez que lo veía pasar para pedirle que jugara con él. 

El militar siempre lo alejaba de muy mal modo, hasta que llegó un momento en que se hartó, entonces lo golpeó, le ató una soga al cuello y lo colgó en el árbol, minutos después murió. Desde entonces todas las noches se escucha la agonía de sus lamentos y se ve su silueta suspendida en el árbol.  

Mi ansiedad me hizo apresurar el paso para llegar al final del callejón, en tanto, el vacío del silencio y lo solitario del lugar motivaron la reconstrucción de otro hecho trágico que aseguran pasó aquí, ¡la muerte de una niña!

Se rumora que fue atropellada por un coche que se dio a la fuga mientras ella jugaba en la callecita, dejándola gravemente herida. Cuando llegaron los paramédicos a asistirla todavía presentaba signos de vida, aunque muy débiles, el intento por salvarla fue imposible. Hoy, los residentes de la zona aseguran escuchar las risas de la niña y que cuando se aparece, te toma de la mano para que le ayudes a descansar su alma. 

Explorar el Callejón del Aguacate es toda una experiencia, tienes la impresión de no estar sola, es como si hubieran presencias rondando el lugar. Es cierto que no vi nada, pero la sensación que se percibe es muy extraña. La única forma de averiguarlo es adentrarte en este territorio y si es de noche mucho mejor, quizá tengas mejor suerte y se te aparezca algún espíritu del más allá.

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