CALAVERITAS LITERARIAS

Una tradición muy mexicana…

Parte de la celebración mexicana del Día de Muertos que se realiza el 1 y 2 de noviembre, es escribir ingeniosas calaveritas literarias, un recurso muy divertido que a través de frases redactadas en verso y cargadas de un tono burlesco, resaltan los defectos más característicos de la persona a quien va dedicada y que seguramente por eso la huesuda se la habrá de llevar a sus confines donde jamás regresará.

Esta singular tradición 

encontró su consolidación

con la temida y respetada aparición

de doña Catrina...

Afamada obra maestra de José Guadalupe Posada, que a paso lento pero seguro fue cultivando la carismática personalidad de este personaje con especial humor negro.

En su momento, las calaveritas literarias llegaron a ser un medio eficaz para satirizar y criticar la política y la iglesia católica, lo que significó una especie de desahogo de las inequidades e injusticias sociales. Se volvieron tan populares que encontraron su propio espacio en periódicos y revistas.

El contenido que abordaban tocaban fibras taaaan sensibles pero taaaan sensibles, que allá por el siglo XX, su época de esplendor, fueron muy censuradas por los gobiernos.

Actualmente ya no se ven tanto como en sus años de gloria, -y no por falta de materia prima que de rienda suelta a plumas inquietas por expresar su descontento- pero todavía andan por ahí circulando, resistiéndose a morir en el olvido. 

Por mi parte, para mantener viva está tradición, me di a la tarea de escribir una calaverita literaria para este blog, espero que les guste.

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